miércoles, 23 de octubre de 2013

Tema 1 : : La iglesia, sus inicios, su vida y su organización - Parte 1

  1. Introducción
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, [Petros] y sobre esta roca [Petra] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Mateo 16:18

El Señor Jesucristo en Mateo 16:18, nos dice que Él mismo establecerá Su iglesia sobre todo poder del Hades y del enemigo. La iglesia ha sido abatida, perseguida y tratada de destruir durante toda su historiañ pero siempre ha salido y saldrá victoriosa, según la promesa del Señor.

En el libro de los Hechos se puede encontrar el relato histórico de los primeros días de la iglesia cristiana; sus fundamentos, sus prácticas. Al estudiar estos pasajes podemos aprender cuál es nuestro fundamento y qué somos como iglesia.

  1. La naturaleza de su nacimiento y su fundación
    1. Su naturaleza
En los capitulos 2 al 4 del libro de los Hechos de los apóstoles, se puede encontrar cómo nació la Iglesia Cristiana, después de la venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés1 y cómo, por el fruto de la predicación del spórtol Pedro, muchos se convirtieron y se añadieron a la Iglesia2; esto occurió alrededor del año 40 después de Cristo.

    1. El fundamento de la Iglesia
Siempre en el segundo capítulo del libro de Hechos, podemos ver que la base de la predicación de Pedro es la persona de Jesús y Su obra redentora. Esto define que el fundamento de la Iglesia Cristiana no son filosofías humanas, ni ritos o prácticas religiosas, sino la persona de Jesucristo. Respecto a Él, son aspectos importantes. Veamos lo siguiente:

    1. Su muerte, Su resurección y su exaltación como Mesías3 fue la base y tema de dicha perdicación; esto es sumamente importante ya que nuestro fundador no está muerto sino que ha resucitado con poder de entre los muertos.

Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
1 Corintios 3:11

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Hechos 4:12

13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, [Petros] y sobre esta roca [Petra] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Mateo 16:13-18

Viendo el contexto del verso 18, esta declaración “sobre esta roca edificaré mi iglesia” se refiere a la respuesta del apóstol Pedro en el verso 16: “Tu eres el Cristo, el hijo del Dios viviente”. La iglesia tradicional ha interpretado como siendo Pedro la base de la iglesia y de allí el linage papal.

Petros en griego significa “pieza o pedazo de la roca, una simple piedra; movible, insegura, liviana, que se puede levantar o rodar”.

Petra en griego significa Roca. Es decir, “una roca de proyección; roca de ángulo, roca madre; enorme masa; formación sólida; fija; amovible; duradera”.

Es como si el Maestro le dijése a Pedro, tú eres fluctuante, inseguro, movible, pero mi iglesia será fundada sobre una enorme masa, una formación sólida, la roca madre, la roca eterna que es Cristo el hijo del Dios viviente.

    1. Un aspecto básico del mensaje de los apóstoles en la predicación del Señorío de Cristo es que Jesús es el Señor. Él es la cabeza de la Iglesia. Los creyentes somos los miembros de ella y discípulos que estamos sometidos a Jesucristo como Señor y Salvador.

Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Hechos 2:36

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Filipenses 2:5-11

    1. Otro fundamento básico de la Iglesia, lo podemos encontrar en los primeros capítulos del libro de los Hechos es la obra del Espíritu Santo.
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hechos 1:8

 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,
11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
Hechos 2:1-12

32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
Hechos 2:32-33

Jesucristo ya no estaba física y tangiblemente en la tierra, pero prometió dejar otro consolador para hacer Su obra entre los creyente: el Espíritu Santo.

16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Juan 14:16,26

Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
De pecado, por cuanto no creen en mí;
10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Juan 16:7-13
1Hechos 2:1-4
2Hechos 2:41
3Hechos 2:22-37

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